jueves, 4 de diciembre de 2008

Guacara.

Hay un último trago que me ve desde la botella
es la diferencia para mí, el día de hoy, entre llorar o vomitar.

Hay una canción que me ataca desde la rockola y
mi compañero de barra me ataca de repente:

- ¿Tu la pusiste?
- No me acuerdo.
- Pinche güey tu fuiste.
- Creo que no la verdad...

Hay una lagrima que me sube por la garganta
me quema la nostalgía, me da asco el "que dirán"
y entre mis recuerdos ñoños también recuerdo el platillo de la tarde
... me quema la nariz por dentro.

Hay un tedio en mi almohada y un tufo a babas que no se va.

Hay momentos en que ya no soy, ya no estoy y no se van.

Hay una galleta de higo, la última en la caja, que nunca me quise comer... ¿será tiempo de hacerlo? El problema es que no sé si me haga llorar o vomitar.

Hay que darle un poco caña a esto bacterias gilipollas.

¡Ay güey! me sigue mirando el trago...

Vomitaré por los ojos mientras lloro por la garganta


Hay sólo la certeza que de una u otra forma lágrimas y guácara algún día saldrán.

Y eso será hoy...


***

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Su voz.

Su voz siempre me arrancó a cachitos la obscena carga de la realidad.
¿Debí escuchar más en vez de oir? ¿debí ir en vez de huir?
Y ya no encuentro su voz asechando en mi nuca, ni en mis dedos.
Ya no encuentro su voz rebotando en mis pies mucho menos en mis ojos.

Es Babel y las mil lenguas me enredan en mis sueños y mis sueños ya no suenan y mi voz ya no sueña.

- ¡Insonorízate!
- ¿Vamos por una chela?
- Otro día que suenes mejor.
- Ok... dulces sueños.

Y Corcovado retumba en mi cabeza...
"Fumando espero la navaja automática de su voz...mientras un sueño dibuja en mi piel con sus uñas"

...