Su voz siempre me arrancó a cachitos la obscena carga de la realidad.
¿Debí escuchar más en vez de oir? ¿debí ir en vez de huir?
Y ya no encuentro su voz asechando en mi nuca, ni en mis dedos.
Ya no encuentro su voz rebotando en mis pies mucho menos en mis ojos.
Es Babel y las mil lenguas me enredan en mis sueños y mis sueños ya no suenan y mi voz ya no sueña.
- ¡Insonorízate!
- ¿Vamos por una chela?
- Otro día que suenes mejor.
- Ok... dulces sueños.
Y Corcovado retumba en mi cabeza...
"Fumando espero la navaja automática de su voz...mientras un sueño dibuja en mi piel con sus uñas"
...
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1 desvariantes opinan::
... salud!!!
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